Hay gente que con solo decir
una palabra
enciende la
ilusión y los rosales;
que con solo
sonreír entre los ojos,
nos invita a
viajar por otros mundos
y permite
florecer todas las magias.
Hay gente que
con solo dar la mano,
rompe la
soledad, pone la mesa,
sirve el
puchero, coloca las guirnaldas;
que con solo
empuñar una guitarra
te regala una
sinfonía de entrecasa.
Hay gente que
con solo abrir la boca,
llega hasta
los límites del alma,
alimenta una
flor, inventa sueños,
hace cantar el
vino en las tinajas.
Y se queda
después como si nada.
Y uno se va de
novio con la vida,
desterrando
una muerte solitaria,
pues sabe que
a la vuelta de la esquina,
hay gente que
es así, tan necesaria...