Soy monorrena, vivo con un solo riñón, debido a una nefrectomia radical del riñón izquierdo realizada como consecuencia de un tumor renal

Desde esta nueva vida, surge en mi la necesidad de comenzar a utilizar este espacio con el fin de aportar conciencia e información sobre prevención de esta enfermedad. La única manera de prevenir es estar informados y prestarle atención a nuestro cuerpo.

Es desde este lugar, que me atrevo a proponer e invitar a transitarlo juntos…

¿Me acompañas?

sábado, 12 de noviembre de 2011

Bendigo...




Siempre espere a pedir tres deseos cuando pasaba
algún tren,  siempre espere cada 23 de enero
verte llegar otra vez…
La vida a veces te da la espalda,
pero esta bueno seguir, poner el pecho,
poner el alma para aprender a vivir…
Siempre espere una palabra de amor el 14 de febrero,
 siempre busque algún rayito de sol que me dé en el corazón
Bendigo la luna porque fue testigo,
Bendigo el silencio que fue nuestro abrigo
Bendigo el momento de haber decidido
la vida es toda para mi…

Dejarme llevar buscando esos sueños,
Dejarme abrazar cuando sopla el viento,
Bendigo la suerte de haber decidido correr el riesgo de vivir….
Siempre espere que caiga del cielo alguna estrella fugaz,
que me enseñara el camino de tu corazón para salirte a buscar.
Siempre espere una palabra de amor el 14 de febrero,
siempre busque algún rayito de sol que me de en el corazón.
Bendigo la luna porque fue testigo,
Bendigo el silencio que fue nuestro abrigo,
Bendigo el momento de haber decidido..la vida es toda para mi,
Dejarme llevar buscando esos sueños,
Dejarme abrazar cuando sopla el viento,
Bendigo la suerte de haber decidido correr el riesgo de vivir….

Y la vida te da señales a veces al oído a veces a los
gritos y me pregunto cuantas habré dejado pasar….. pero
 aquí están los sueños,  sueños que si uno los corre a
 veces se hacen realidad.
Bendigo la luna que fue testigo,
Bendigo el silencio que fue nuestro abrigo,
Bendigo la suerte de haber decidido correr el riesgo de vivir,

Lo mejor de esta vida es buscar ser feliz…




domingo, 6 de noviembre de 2011

Reír llorando...




Viendo a Garrick, actor de la Inglaterra,

el pueblo al aplaudirlo le decía:
“Eres el más gracioso de la tierra,
y más feliz…” y el cómico reía.

Víctimas del estrés, los altos lores

en sus noches más negras y pesadas,
iban a ver al rey de los actores,
y cambiaban su estrés en carcajadas.

Una vez, ante un médico famoso,

llegó un hombre de mirar sombrío:
sufro -le dijo-, un mal tan espantoso
como esta palidez del rostro mío.

Nada me causa encanto ni atractivo;

no me importan mi nombre ni mi suerte;
en un eterno estrés muriendo vivo,
y es mi única pasión la de la muerte.
-Viajad y os distraeréis.

-¡Tanto he viajado!

-Las lecturas buscad.

-¡Tanto he leído!

-Que os ame una mujer.

-¡Si soy amado!

-Un título adquirid.
-¡Noble he nacido!
-¿Pobre seréis quizá?

-Tengo riquezas.

-¿De lisonjas gustáis?

-¡Tantas escucho!

-¿Qué tenéis de familia?

-Mis tristezas.

-¿Vais a los cementerios?
-Mucho… mucho.

-De vuestra vida actual ¿tenéis testigos?

-Sí, mas no dejo que me impongan yugos:
yo les llamo a los muertos mis amigos;
y les llamo a los vivos, mis verdugos.

Me deja -agrega el médico- perplejo

vuestro mal, y no debe acobardaros;
tomad hoy por receta este consejo
“Sólo viendo a Garrick podréis curaros”.
-¿A Garrik?
-Sí, a Garrick…

La más remisa

y austera sociedad le busca ansiosa;
todo aquel que lo ve muere de risa;
¡Tiene una gracia artística asombrosa!
-¿Y a mí me hará reír?

-¡Ah! sí, os lo juro;

Él sí; nada más él; más… ¿qué os inquieta?
-Así -dijo el enfermo-, no me curo:
¡Yo soy Garrick!… Cambiadme la receta.


¡Cuántos hay que, cansados de la vida,

enfermos de pesar, muertos de tedio,
hacen reír como el actor suicida,
sin encontrar para su mal remedio!


¡Ay! ¡Cuántas veces al reír se llora!

¡Nadie en lo alegre de la risa fíe,
porque en los seres que el dolor devora
el alma llora cuando el rostro ríe!

Si se muere la fe, si huye la calma,

si sólo abrojos nuestra planta pisa,
lanza a la faz la tempestad del alma
un relámpago triste: la sonrisa.


El carnaval del mundo engaña tanto,

que las vidas son breves mascaradas;
aquí aprendemos a reír con llanto,
y también a llorar con carcajadas.



Poema de Juan de Dios Peza, inspirado en el actor y dramaturgo 
británico David Garrick.

viernes, 4 de noviembre de 2011

Encontré mi alma...



Te encontré no sé dónde ni cuándo.
En algún lugar de mi mundo
que estaba en tinieblas.
Vagaba silencioso, inmutable y sórdido
como cualquier ser que desea ser hallado,
y así nos vimos… casi sin buscarlo.
Y así nos vimos… viniendo… o llegando.
Ambos, dos necesitados.

Y a pesar de que eras una extraña,
te reconocí al mirarte
como si desde siempre fueses mía,
y te vi, ansiosa, delirada y anhelante,
y aunque allí estaba oscuro, muy oscuro,
nos transformamos al vernos,
como si nos encendiéramos
uno al otro en ese instante.

Y nos dimos cuenta de
que a pesar de no conocernos
en algún lugar nos habíamos separado.
Qué extraño se siente, el sentirse parte
siendo esta vez… la primera vez en mirarse
y aceptando que cada uno
se metiera en cada quien
y que ambos fusionáramos
complejamente, casi bien.

Reí que eras mentira, peor aún, que no eras,
Pensé que jamás llegaría este tiempo;
sentir que hay algo que falta y no tenerlo
es desesperar en días y noches,
es buscar sin saber qué, ni dónde ni cuándo
y explotar en ira hasta dejar de buscar
y aceptar que parecía imposible
contemplarte un momento.

Quién dijo que no hay alma…
Quién me contó que no tenía,
fue alguien cuando niño,
o es que siendo grande
desconfié de lo que mis ojos no veían.

Pero hoy… en este raro encuentro
insospechado,
me sentí profundo…
y desde lo más puro de mi adentro
te sentí, alma, es decir,
simple y complejamente, te sentí,
porque me dejé perder y vos viniste.
Si, como suena, así de fácil,
como si siempre hubiera existido
este momento…